Somos lo que aprendemos

octubre 24, 2024

PARTE IV: EL APRENDIZAJE IMPLICA A TODA LA PERSONA

El aprendizaje masónico implica a toda la persona, no puede dirigirse solo a la cabeza (a la razón y sus capacidades intelectuales), ni solo al corazón (a las emociones y sus capacidades afectivas), ni solo a la voluntad (a su tesón y trabajo sin descanso). En este aprendizaje integral se movilizan todas las capacidades humanas, pues, en definitiva, se pretende un progreso moral que se sustenta sobre las bases de un ser humano más consciente, sabio y capaz de actuar bien tanto en el ámbito privado como en el público.

El sistema educativo formal está escorado hacia la transmisión de conocimientos que apelan sobre todo a las capacidades intelectuales, dejando el desarrollo de las capacidades afectivas en manos de la familia, la religión y la tribu en general. Esto constituye un error importante, ya que darse cuenta de los propios sentimientos es la piedra angular de la inteligencia emocional y no saber gestionarlos nos convierte en  seres humanos poco empáticos, centrados en sí mismos y abocados a la infelicidad. Asimismo, el menosprecio que vivimos en los últimos años por los estudios humanísticos (filosofía, historia, arte, literatura…) limita al ser humano en su capacidad de comprensión de la realidad que le rodea, reduce su sentido crítico, su creatividad artística y su construcción integral. 

El método masónico, por el contrario, es un método de aprendizaje para la vida en todas sus dimensiones, es decir, aprender a vivir una vida humana plena, que se construye a través del autoconocimiento y el equilibrio entre las diversas áreas de nuestra vida, aprendiendo a afrontar los desafíos que se nos presenten, siendo fieles a nuestros valores y viviendo una vida consciente en la que intentamos el total desarrollo de nuestro potencial. Todo esto, nos acerca al principio de que vivir es aprender y en ese sentido “somos lo que aprendemos”.

One comment on “Somos lo que aprendemos”

  1. Me parece muy interesante esta visión educativa. Efectivamente, en mi propia experiencia en el ámbito de la formación, he notado que no se ha tenido un enfoque holístico, y se ha basado en un aprendizaje basado en contenidos, y olvidándose de todo eso que importa para ser una persona feliz y equilibrada, que es el aprendizaje emocional y con principios. Curiosamente la primera vez que entré en un centro educativo fue en el año 73 ( con 4 años) , y en la actualidad sigo en formación, sin notar una mejora significativa en esto.
    No importa que las personas desarrollen inteligencia emocional sin esta no podemos relacionarnos desde la igualdad, ya que nuestras carencias nos van a llevar a tener relaciones desiguales. Además el carecer de principios o de ideas propias, nos va a conducir a tener una vida sin reflexión u opinión sobre nuestro mundo, y nos hará mucho más vulnerables a la manipulación.
    Por lo tanto coincido en la importancia del autoconocimiento, y de vivir aprendiendo cada día. Tenemos que crecer y no amilanarnos ante los desafíos de la vida, sino más bien asumirlos como parte fundamental de nuestro aprendizaje.

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