¿Qué es la sororidad?

julio 19, 2021

PARTE I

Cuando se buscan los orígenes de este término, muchas veces se olvida que quien lo utilizó por primera vez en España fue Don Miguel de Unamuno. En el prólogo a su novela La tía Tula, lo emplea al hablarnos del amor de Antígona por su hermano Polinices, ese amor de hermana que le lleva a darle sepultura en contra de las órdenes del rey Creonte, jugándose así la vida.

Unamuno nos dice: “…así como tenemos la palabra paternal y paternidad que derivan de “pater”, padre, y maternal y maternidad, de “mater”, madre, y no es lo mismo, ni mucho menos, lo paternal y lo maternal, ni la paternidad ni la maternidad, es extraño que junto a fraternal y fraternidad, de “frater”, hermano, no tengamos sororal y sororidad, de “soror”, hermana. (…) Se nos dirá que la sororidad equivaldría a la fraternidad, mas no lo creemos así. (…) Hablamos de patrias y sobre ellas de fraternidad universal, pero no es una sutileza lingüística el sostener que no pueden prosperar sino sobre matrias y sororidad. Y habrá barbarie de guerras devastadoras, y otros estragos, mientras sean los zánganos, que revolotean en torno a la reina para fecundar y devorar la miel que no hicieron, los que rijan las colmenas.”

Este texto nos lleva a resaltar dos ideas: por un lado, que fraternidad no es lo mismo que sororidad y la historia así nos lo ha enseñado, y por otro, cómo entendemos hoy el sentido de la palabra “sororidad”, ya que para Unamuno expresa el amor de la hermana, pero en la sociedad actual ha adquirido un sentido diferente.

En cuanto al primer aspecto, todas sabemos que la Revolución Francesa acuñó el lema: “libertad, igualdad y fraternidad” y se crearon los “Derechos del hombre y del ciudadano”, pero las mujeres no sólo no participaron de todo esto, sino que aquellas que quisieron defender los derechos de la mujer como Olympe de Gouges, lo pagaron muy caro. El nuevo orden establecido dejó claro que los derechos y libertades sólo eran para los varones. Pero se introdujeron con la Ilustración planteamientos que antes eran prácticamente inexistentes y preguntas que todavía nos hacemos hoy con respecto a la exclusión de las mujeres de dichos derechos y libertades, sentando así las bases del nacimiento del feminismo.

En cuanto al segundo punto, se ha producido una carga de significado en esta palabra que supera a la etimología del término y que viene a llenar un vacío que no supo cubrir la palabra “fraternidad” como hemos visto. Hoy consideramos la sororidad como un hermanamiento, una alianza entre mujeres.

La primera vez que apareció con este sentido fue con Kate Millet en los años 70, autora del libro Política sexual, que usó la palabra “sisterhood”. Posteriormente la antropóloga mexicana Marcela Lagarde utilizó la versión española del término latino, nuestra “sororidad”, que en italiano existe como “sororitá” o en francés como “sororité”. Para Lagarde, esta palabra denomina “la amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que se encuentran y reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario”. Podemos decir, por tanto, que es una experiencia entre mujeres que nos lleva a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial con otras mujeres, con el objetivo de eliminar todas las formas de opresión.

La Real Academia Española no introduce el término en su Diccionario hasta 2018, con las dos primeras acepciones siguientes, y que son las que nos interesan: “1. Amistad o afecto entre mujeres. 2. Relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento”.

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