Madrid, 12 de ferbrero de 2022

Querida hermana Clara Campoamor:

Permítenos que te tuteemos. No es por falta de respeto sino por familiaridad y cercanía. Ya te consideramos como alguien de la familia. Nuestra logia “Clara Campoamor” se siente muy cerca de ti, porque el hecho de llevar tu nombre nos ha impulsado a estudiar tu vida y obra.

Hemos visto tu película y varias representaciones teatrales, hemos leído tus discursos y ensayos, hemos organizado conferencias y jornadas para profundizar en el contexto político y social en el que viviste, la labor de defensa de los derechos de la mujer que realizaste y el compromiso masónico que asumiste, hemos entrevistado a diversos especialistas para saber más de ti, y, gracias a todo ello, hemos podido valorar tu gran legado y las características sobresalientes de tu personalidad.

Tenemos la sensación de haber compartido contigo, de algún modo, los avatares de tu infancia, el sufrimiento por el padre perdido tan joven, el esfuerzo por estudiar y trabajar al mismo tiempo, la inmensa alegría por lograr el derecho al voto de la mujer, la decepción ante los compañeros políticos que te dieron la espalda, el horror de la Guerra Civil, el largo y doloroso exilio, la imposibilidad, vivida con amargura, de no poder volver a España y la falta de reconocimiento de la valía de tus ideas, proyectos y obras.

Pero todo ello no ha sido en balde.

Hoy ya no eres una mujer olvidada.

Sabemos o intuimos que en muchos momentos debiste sentirte sola. Esa soledad propia de las personas que tienen ideas diferentes, modernas, nuevas y que se atreven a emprender un camino incierto y lleno de obstáculos.

Hoy aquí, en tu 134 aniversario, te entregamos este humilde ramo de flores como símbolo de nuestro agradecimiento y reconocimiento.

Te agradecemos tu persistencia, tu capacidad de trabajo, tu valentía, tu firmeza, tu solidaridad.