PARTE 2.- Las lágrimas en la tradición
Las tradiciones antiguas con sus ritos, creencias, cuentos y canciones conducen las emociones, sus ambigüedades y nos dicen que es importante poder llorar y luego poder “olvidar”. Los muertos también tienen su camino que recorrer y beberán de la fuente del olvido o pasaran la Laguna Estigia para no tener la tentación de volver…
Ovidio decía que “llorar es un alivio; las penas son liberadas y se las llevan las lágrimas”. La ciencia le da la razón puesto que sabemos ahora que las lágrimas emocionales liberan dos hormonas (endorfina y oxitocina) que alivian la incomodidad o el estrés creando una sensación de tranquilidad. Es una purificación por el agua.
Vivir un momento de dolor y lágrimas en solitario o acompañado crea un espacio y un tiempo íntimo, es como si se abriera la puerta de la interioridad. De hecho en los ritos alrededor de un muerto siempre hay que lavarlo: las lágrimas serán la limpieza espiritual.
Las lágrimas de divinidades serán creadoras de bellezas. Por ejemplo la diosa estonia del sol, llamada Saulé, al llorar crea las margaritas, girasoles o todas las flores con un corazón dorado; las lágrimas de la Virgen al pie de la cruz –dicen- se convirtieron en muguete o el dios egipcio Ra cuyas lágrimas dieron nacimiento a las abejas… Con tantos ejemplos podríamos decir que la lágrima es una manifestación maravillosa o divina.
En el mundo celeste, la luna es dueña de la noche y de las aguas saladas y por su naturaleza cambiante representa el ciclo de regeneración, en este caso: pérdida o muerte - pena o lágrima - perla o nacimiento.
Decían en la Antigüedad que las perlas blancas o rosas nacían de las lágrimas de mujeres o de niños y niñas y las lágrimas de hombres daban perlas grises… Una perla que se esconde en una concha, que vive en el fondo del mar… Estas perlas misteriosas llegaron a representar lo más valioso -y no nos referimos al valor mercantil- sino una verdad, un conocimiento oculto en el seno de la persona, algo puro cuya adquisición requiere muchos esfuerzos. De hecho para los cristianos, Cristo es identificado a la perla y reconocemos a Santiago de Compostela por su concha…
Pero preferimos el ejemplo de Venus/Afrodita nacida del mar, salado como las lágrimas y que viaja dentro de una concha. Es la diosa del Amor sin lugar a dudas entendido como el camino hacia el conocimiento.
El símbolo es la perla del lenguaje escondido en una concha de palabras.