PARTE III: Los conflictos actuales frente a la paz
En estos días estamos mediatizadas por la guerra de la invasión de la Federación Rusa en Ucrania, ¿Qué posiciones tomamos cada una ante conflictos como este?
¿Nos dejamos llevar por cuánto nos cuentan en los medios de comunicación?
¿Argumentamos con la gente de forma correcta para más allá de buscar culpables intentar buscar paz?
¿Cuál será el impacto de la destrucción mutua asegurada entre estos dos países y las consecuencias que ello conllevará en Europa o a nivel más global?
La ausencia de paz, siendo la guerra o el conflicto, es lo que sucede entre países, pero también entre dos personas.
Ahora en esta situación de guerra cercana, en suelo europeo, podemos preguntarnos: ¿Quiénes son los verdaderos combatientes, en particular con la aparición en 1977 del concepto de Participante Directo en las Hostilidades? ¿Qué papel juega la interdependencia económica? ¿Cuáles son las soluciones que podemos ofrecer (como ciudadanas o masonas)?
¿Por qué razón el conflicto actual en Ucrania interpela más a la sociedad que el resto de la cincuentena de conflictos armados que tienen lugar en el mundo actualmente?
Quizás la ciudadanía razona en términos de cercanía, lo cercano geográficamente hablando nos afecta y lo lejano no tanto, quizás también razonamos en términos de cercanía cultural y racial y eso es algo sobre lo que las masonas debemos reflexionar. ¿Acaso un refugiado sirio no tiene los mismos derechos que un refugiado ucraniano? Los dos huyen de la guerra, de la atrocidad y de la barbarie y nuestra Unión Europea, cuna de la paz mundial, no trata por igual a todos los conflictos, esto es una evidencia.
Preguntémonos cada una de nosotras, de vez en cuando, acerca de qué hacemos cada día por la paz en nuestro entorno, con nuestros amigos, familia, compañeras de trabajo.
Nuestras actitudes, nuestros actos pueden tener una resonancia importante, y de nosotras depende que sea para preparar la guerra, o fomentar la paz.