El método socrático (I)

febrero 3, 2021

Hemos dividido este trabajo en tres partes: en la primera nos referimos al contexto en el que emerge la figura de Sócrates y su método mayeútico, en la segunda describimos los rasgos que lo caracterizan y en la tercera constatamos el modo y manera en que las masonas adoptamos este método.

            El siglo V a.C ha pasado a la historia de la cultura occidental como el “Siglo de Pericles” y constituye el momento de mayor esplendor cultural y comercial de la Grecia clásica. Cabe destacar en este contexto la invención de la democracia; la arquitectura con los órdenes dórico, jónico y corintio; la escultura bajo las manos de Mirón y Fidias; la literatura con sus famosas tragedias y comedias; el nacimiento de la historiografía y la aparición de una nueva manera de pensar con la entrada en escena de Sócrates, maestro de Platón, sabio amado y admirado por los jóvenes pero odiado y temido por los poderosos.

            Sócrates fue un maestro muy peculiar. No sabemos mucho de su vida porque no dejó nada escrito y porque su pensamiento y el del joven Platón se entremezclan de tal modo que resulta difícil distinguir al uno del otro. No olvidemos que Sócrates es el personaje principal de los diálogos platónicos. Los estudiosos de Platón tienden a creer que éste recoge el pensamiento de su maestro en sus obras de juventud y que posteriormente, aunque Sócrates sigue presente como personaje en sus diálogos, comienza a elaborar y expresar su propio pensamiento.

            ¿Qué fascinó al joven Platón, hijo de una familia aristocrática y poderosa, y a los demás jóvenes atenienses que acudían a escuchar a ese hombre mayor, poco agraciado físicamente y que ocupaba una posición nada privilegiada ni importante en la polis?

            Las enseñanzas del maestro Sócrates eran de una radicalidad y una autenticidad fuera de lo común y la coherencia entre lo que decía y lo que hacía provocaban entusiasmo y admiración.

            Frente a las enseñanzas de los sofistas que representaban un modo de saber y hacer más convencional, adaptativo y estratégico, Sócrates aparece como buscador de principios y valores universales, comunes y válidos para todos.

            Para un sofista de ayer y de hoy todo vale con tal de conseguir su propósito mientras que Sócrates se encarnaría en el hombre justo y bueno del presente que persigue el conocimiento y el bien como fines en sí mismos. Recordemos algunas de sus más famosas expresiones como por ejemplo: “La filosofía es el amor a la sabiduría”, en el sentido de búsqueda permanente del saber y “Yo sólo sé que no sé nada” con la que quiere destacar su actitud básica ante el conocimiento, es decir, la humildad frente a la soberbia. “Conócete a ti mismo ….”, en esta popular expresión socrática reconocemos las masonas una de nuestras señas de identidad principales, como podremos ver en las siguientes partes.

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