Parte II: El camino de la evolución humana

El transhumanismo es el movimiento intelectual y cultural que afirma la posibilidad y el deseo de incrementar la condición humana a través de la democratización de las tecnologías, con el fin de eliminar el envejecimiento y mejorar las capacidades intelectuales, físicas y psicológicas del ser humano. Así, la Humanidad actual sería sólo una fase intermedia entre el estado animal y el estado posthumano.

La evolución natural ha permitido a los humanos superarse constantemente y desarrollar habilidades específicas. Pero, actualmente, el desarrollo de distintas  técnicas y la tecnología permiten entender la evolución desde otro ángulo, en el que el ser humano es el propio artífice de la misma. Por tanto, ya no sería la naturaleza el motor de esta evolución, sino la tecnología.

El transhumanismo encuentra sus fundamentos en ciertos textos mitológicos. Por ejemplo, la epopeya de Gilgamesh, rey de la ciudad sumeria de Uruk, legendario cuento mesopotámico que data del siglo XVIII o XVII a C. y cuyo tema central es la búsqueda de la inmortalidad del protagonista.

Por su parte, el mito de Prometeo cuenta que, habiendo creado hombres y animales, los dioses del Olimpo habían encargado a Epimeteo y Prometeo, dos hermanos Titanes, que dotaran de atributos a estas criaturas. Después de darse cuenta de que su hermano no dotó a la humanidad de ningún don especial, Prometeo roba el arte de Atenea y el fuego de Hefesto. Zeus lo castiga encadenándolo por la eternidad al monte Cáucaso donde su hígado es devorado por el águila caucásica todos los días y vuelve a crecer por la noche. Heracles libera a Prometeo durante sus doce trabajos. Hacía tiempo que Zeus se había arrepentido del castigo impuesto a Prometeo, pero como le había condenado a un castigo eterno, el padre olímpico estipuló que, para que Prometeo siguiese pareciendo un prisionero, llevase durante toda su vida un anillo de hierro hecho de sus cadenas engastado con una piedra caucasiana.

El arte de Atenea es el don de las técnicas agrícolas. Es la protectora de los artesanos y trabajadores. El fuego de Hefesto designa la inteligencia humana en su capacidad técnica o razón instrumental. Por tanto, el mito de Prometeo se acepta como metáfora de la transmisión del conocimiento a los hombres. También evoca la megalomanía, la loca tentación del hombre de medirse con los dioses y así elevarse por encima de su condición.

Ya estamos en este camino. Muy recientemente, varios grupos de investigadores han cultivado embriones de macacos a los que han agregado células humanas. Se han creado así los primeros embriones quiméricos simio-humanos.

Si bien este trabajo, con el tiempo, ofrece la promesa de un progreso biomédico, también plantea profundas cuestiones éticas. Hoy en día, el transhumanismo está disfrutando de un éxito creciente. Se beneficia de la indiferencia generalizada de la población mundial y de su ingenuidad hacia sus peligros potenciales. Además, la mayoría de los gobiernos dedican un gran presupuesto a la investigación y desarrollo de la inteligencia artificial y la nanotecnología.