PARTE I : ¿Qué es la paz?
La definición de paz puede ser simple y, a la vez, compleja. También puede situarse en el nivel colectivo o en el individual.
“Paz” proviene de la palabra latina “pax” o “pacis”. Las definiciones pueden describir los niveles de realidad anteriormente mencionados como: “situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países”; “relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos”; “acuerdo alcanzado entre las naciones por el que se pone fin a una guerra”; “ausencia de ruido o ajetreo en un lugar o en un momento”; “estado de quien no está perturbado por ningún conflicto o inquietud”. Pero quizás la definición que se ajusta más a nuestra búsqueda masónica sea: “relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos”.
La paz es un anhelo personal y colectivo, pero también una gran utopía cuando hay tanta heterogeneidad frente a algo tan trascendental y que depende exclusivamente de las actitudes de los seres humanos.
La paz no es un conjunto de acuerdos diplomáticos, ni algo que se pueda imponer por la fuerza, tampoco significa construir o adquirir armamentos que permitan disuadir a nuestros posibles agresores, no se basa solamente en acuerdos de desarme como gestos de buena voluntad.
La paz debe ser un desarme previo preventivo en nuestra educación, nuestro aprendizaje ante la vida, tanto por parte de los dirigentes políticos como de la ciudadanía.
En general, en nuestra sociedad y en todas las sociedades, en las escuelas, en las universidades, la paz debe ser un pacto entre los seres humanos como actitud permanente de respeto en la libertad, igualdad y fraternidad.
¿Cuáles son los determinantes de la paz y de la guerra? Nuestro objetivo ha de ser el de identificar las bases teóricas de las condiciones propicias para la guerra o la paz a partir de un análisis de la situación, situando el escenario y reflexionando sobre ello.
La paz es mucho más que la ausencia de conflictos o guerras. Tiene vida propia, que crece si se aprende, si se trabaja en el día a día, y generación tras generación, sin dar nada por sentado nunca, fomentando valores en cada uno de nuestros actos.
La paz sólo puede desarrollarse en un ambiente de libertad, tolerancia, de justicia, de solidaridad, en donde todos tengamos la oportunidad de poder vivir libres de pobreza y libres de temor. Sin embargo, el sistema económico que nos rige, el Capitalismo y Liberalismo, no es generador de paz enfrentando a países pobres con ricos, explotando los del Norte a los del Sur…