
“Hace mucho tiempo. Una mujer pasó diecinueve años en la cárcel. En el franquismo. Con otras muchas. Era mi madre. Mantuvo una relación con un hombre que pasó diecinueve años en otra cárcel. Con otros muchos. Era mi padre. Luego “salieron”. Y regresaron. A otra cárcel. Con otros. Esta es su historia. No. Claro que no. Esto es solo una exploración. Un viaje. Tras las palabras de unas cartas.”
En esta novela editada por Hoja de Lata, Miguel Martínez del Arco realiza un homenaje a las mujeres que por sus ideas políticas pasaron penalidades en las cárceles del franquismo. Entre ellas destaca como protagonista su madre, Manolita del Arco, la mujer que más tiempo estuvo presa durante este periodo negro de nuestra historia, y junto a ella desfilan otras muchas: Paquita, Feli, Esperanza, Encarna, Ana, Joseamalia… Algunas incluso tuvieron que dar a luz y criar a sus hijos entre rejas, pasando frío, hambre y todo tipo de privaciones.
El autor declara que este libro no es una autobiografía ni un trabajo académico aunque tiene algo de las dos cosas. Miguel, hijo de Manolita y de Ángel Martínez, utiliza sus recuerdos y las cartas que se enviaron sus padres durante esos años de encierro. Pero también realiza una labor de investigación en archivos militares, de prisiones, de Gobernación, donde encuentra los expedientes policiales de sus padres y otros conocidos, visita los lugares en donde estaban las cárceles en las que estuvieron presos y los centros de tortura. Es un intento de reconstruir el pasado de su madre y sus compañeras, de su padre y de ese niño que fue detenido y golpeado en la Dirección General de Seguridad para presionar a su madre. Porque los silencios y las ausencias vividas por Miguel en su niñez necesitan respuestas, es la necesidad de conocimiento, de saber, que a través de esta novela se construye mediante un ejercicio literario, en donde la ficción, el recuerdo y la reconstrucción levantan un edificio a la memoria. En palabras del autor:
“Busco entre las palabras las preguntas abiertas. Las preguntas. Las respuestas. Busco las respuestas. Qué. Cómo fue. Quién estuvo ahí. Quién persiguió. Cómo te encontró. Quién delató. Quién torturó. Cómo torturó. Cómo era la celda. El tiempo que pasaba. El momento detenido. Quién te dejó esa señal en tu rostro. Cicatriz. Herida. Sangre. Sabor a sangre. Mierda.
La información del infortunio. El relato de la alegría.”
De esta forma el argumento dibuja una doble vertiente: la vida de las presas franquistas y sus familias, sus penas y alegrías, su vida cotidiana en la cárcel primero y cuando logran la libertad después, y la labor de investigación del hijo de una de ellas, que intenta rellenar los huecos que las cartas y las fotografías no desvelan. Y a pesar de esto, es una obra que celebra la vida, la lealtad, la resistencia, la amistad y la solidaridad.
En definitiva, recomendamos su lectura como un ejercicio de memoria democrática, para no olvidar, para saber, para comprender, para no volver a tropezar en la misma piedra en el camino de nuestra historia.
