MÁS ALLÁ DEL CÓDIGO GENÉTICO, LA EPIGENÉTICA

abril 17, 2025

¿Alguna vez nos hemos preguntado por qué dos gemelos idénticos, que tienen secuencias de ADN iguales, acaban desarrollando diferencias constatables tanto en su salud como en su apariencia física? Estas diferencias parecen estar producidas por la epigenética.

Durante mucho tiempo, se creyó que toda la información necesaria para construir nuestro organismo y desarrollar nuestras funciones vitales estaba codificada únicamente en las secuencias de nucleótidos que forman nuestros genes. Sin embargo, los avances científicos han revelado que, más allá de la secuencia de bases del ADN, existen modificaciones químicas que, sin alterar la secuencia de ADN, controlan la actividad genética. Estas modificaciones actúan como “interruptores” que, por así decirlo, “activan” o “desactivan” la actividad de algunos genes.

La epigenética es la rama de la genética que estudia estas modificaciones y cómo la influencia de factores externos, como la dieta, el estrés, la contaminación, etc., puede ocasionar esa “activación” o “desactivación” y las consecuencias sobre la salud derivadas de ello.

Por tanto, la epigenética está abriendo nuevas vías en la investigación médica, tanto en el diagnóstico de enfermedades como en el desarrollo de terapias que puedan revertir modificaciones epigenéticas dañinas. Hay líneas de investigación epigenética sobre cáncer, trastornos neurológicos, enfermedades metabólicas, envejecimiento y longevidad, etc.

En España, el equipo científico de Manel Esteller, médico especializado en epigenética y director del Instituto de Investigación de Leucemia Josep Carreras, ha realizado numerosas contribuciones al campo de la epigenética, entre las que destacan las relacionadas con el estudio de posibles biomarcadores del cáncer, el envejecimiento y la longevidad, entre otras.

Por otra parte, en febrero de 2024, un equipo de investigadores italianos logró silenciar un gen asociado a niveles altos de “colesterol malo” en ratones, sin necesidad de modificar el ADN. Este estudio, publicado en la revista “Nature”, supone un hito en las investigaciones y parece demostrar es posible “apagar” la actividad de ciertos genes. Los resultados, sin duda, son muy esperanzadores pero, de momento, tendremos que esperar y seguir confiando en la ciencia, esa maravillosa herramienta que nos ha permitido avanzar y comprender un poquito mejor el Universo.

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