Maixabel: el poder del perdón para comenzar a construir

diciembre 7, 2023

Maixabel, película dirigida por Icíar Bollaín, estrenada el 24 de septiembre de 2021, recibió tres premios Goya: mejor actriz principal (Blanca Portillo), mejor actor de reparto (Urko Olazábal) y mejor actriz revelación (María Cerezuela).

Cuenta la historia de Maixabel Lasa (Blanca Portillo), quepierde en el año 2000 a su marido, Juan María Jáuregui, asesinado por ETA.

Once años más tarde, recibe una petición insólita: uno de los asesinos (interpretado por Luis Tosar) ha pedido entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de la Oca en Álava, en la que cumple condena tras haber roto sus lazos con la banda terrorista. A pesar de las dudas y del inmenso dolor, Maixabel accede a encontrarse cara a cara con aquel que acabó a sangre fría con la vida de su compañero.

Extraordinariamente dirigida y contada, Icíar Bollaín pone toda la carne en el asador y nos muestra las dos caras de un conflicto, que finalmente finalizó el 20 de octubre de 2011 con el anuncio del «cese definitivo de la actividad armada de la banda terrorista». Se ponía así punto y final a este largo camino plagado de asesinatos y de dolor del que nadie se había atrevido a hablar, mostrando hasta qué punto fue difícil la convivencia en Euskadi.

Fernando Aramburu con su libro titulado ‘Patria’ e Icíar Bollaín con ‘Maixabel’ dieron un paso al frente contando al público estas historias cargadas de emoción. Estas dos muestras de acercamiento a la difícil convivencia en Euskadi nos hicieron ver al resto de españoles una realidad de la que no teníamos grandes noticias, salvo las de los medios de comunicación y los análisis de algunos expertos.

Maixabel es la fortaleza personificada. La actriz Blanca Portillo estableció contacto con Maixabel Lasa, la conoció, absorbiendo de ella todas y cada una de sus emociones, sensaciones y tristezas vividas desde el asesinato de su marido hasta el momento del rodaje de la película. Maixabel convive con la tristeza de la pérdida, con la rabia y la ira por el dolor provocado, la incomprensión del asesinato terrorista , y, a pesar de todo, continúa viviendo y paseando por el País Vasco con la cabeza alta sin escudarse en nadie ni en nada y sobre todo, sin miedo.

Blanca Portillo nos da una clase magistral. Ella es Maixabel y es capaz de transmitir con gran fuerza las circunstancias de ese ‘desierto’ interior, el de la pérdida brutal, de un día para otro, de la persona que forma parte de tu vida.

Luis Tosar representa también de manera genial el papel del preso de ETA al que le mueve el interés por encontrarse con Maixabel y pedir y conseguir su perdón.

Esta película nos habla del perdón y de cómo a través del mismo se puede empezar a construir. Nadie dice que sea fácil y depende mucho de las cualidades de cada uno de nosotros, de si seríamos capaces o no de perdonar algo así, o por el contrario albergaríamos en nuestra mente y corazones la semilla de la ira. Hablamos de construir, de no olvidar, pero de ser capaces de abrirse a un acto de tanta generosidad como el de Maixabel. Sin duda, un ejemplo de fortaleza para todos nosotros.

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