“La teoría sueca sobre el amor”, de Erik Gandini

junio 2, 2022

Dirigido por el ítalo-sueco Erik Gandini, este documental explora y reflexiona acerca del estilo de vida sueco. Ayudado de un peculiar sentido del humor, desmonta el tópico de una Suecia moderna y avanzada, con una elevada calidad de vida que lidera el desarrollo del mundo occidental, pero se hace preguntas del tipo: ¿Es realmente un país feliz? ¿Es posible que la población más independiente del mundo esté satisfecha, sin necesidad de pedir ayuda o favores, sin contacto humano?

En la primera parte del documental, se suceden imágenes en blanco y negro y la voz en off del narrador pone de manifiesto cómo en Suecia se disfrutaba una vida acomodada, un nivel de vida muy avanzado, de progreso, con mentalidad moderna, con confianza en los líderes. No obstante, se plantea que “había llegado la hora de dar un paso más y liberarnos de las estructuras familiares anticuadas que aún dominaban nuestra forma de vivir y nos hacían dependientes unos de otros”.

En 1972, Olof Palmer y un grupo de políticos tuvieron una visión revolucionaria para el futuro, una idea que cambiaría la vida de todos: había llegado el momento de liberar a la mujer del hombre, a los mayores de sus hijos, a los adolescentes de sus padres.

La herramienta fue un manifiesto que marcó las directrices de la política estatal: “La familia del futuro: una política familiar socialista” cuya idea principal fue establecer la independencia del individuo como derecho fundamental, en “el que toda persona pueda desarrollarse sin depender de nada y ningún adulto dependa económicamente de ningún familiar. Cada persona debe considerarse un ser autónomo y no un apéndice de otro”. De esta forma, pensaban, sólo se establecerían relaciones auténticas. “Para conseguirlo se necesitan condiciones sociales y económicas y políticas. Liberarnos unos de otros”.

El sueño se hizo realidad y el Estado se erigió en garante de una distribución igualitaria de la riqueza, jubilaciones aseguradas, educación gratuita y sanidad universal, convirtiendo al país en uno de los menos pobres del mundo.

La segunda parte, ya en color, nos muestra a través de varios ejemplos una crítica a esta sociedad del bienestar donde cada vez más madres deciden serlo solas, la mitad de la población vive en solitario, lo que supone la tasa más alta del mundo.

Las mujeres compran esperma a través de webs donde elijen al donante por los vídeos de breves minutos que los candidatos graban y cuelgan explicando quienes son, después indican la dirección de entrega y las solicitantes pagan con su tarjeta de crédito. El pedido está listo al día siguiente y el esperma se recibe congelado y con las instrucciones de manipulación. El empresario creador se pregunta: “¿Dónde estarán los hombres del futuro? La comunidad se hunde si no se reproduce y no deseamos importar gente de fuera que genere problemas”.

Una de cada cuatro personas muere sola. Una agencia estatal se ocupa de aquellos fallecidos a los que nadie ha echado en falta. Desde esta institución se busca a la hija de un hombre que acaba de morir con la que no mantenía contacto desde hacía 30 años. Los investigadores acuden a la casa del fallecido a buscar pistas. El hombre tenía más de 100.000€ en el banco, pero sólo bajaba a comprar comida.

Los recibos domiciliados, que pagan el alquiler y las facturas automáticamente, explican por qué una persona lleva dos años muerta por suicidio en su casa sin que nadie reaccione. “Si alguien se enferma o envejece, se le ayuda solo a través de los canales oficiales, no tiene nadie a quien abrazar, sólo un formulario”, explica la agente que se ocupa de estos casos.

El director del documental argumenta que no es esta una idea nueva, es parte de la creación de la individualidad que hace tiempo define la vida occidental. Mientras que en los países pobres se tienen que satisfacer necesidades básicas: techo, salud, agua potable, en los países ricos puedes hacer un proyecto de tu propia vida, de tu autorrealización y carrera profesional.

Por otro lado, se nos presenta una alternativa de los que cuestionan esta forma de vida y se adentran en el bosque buscando lugares de unión, cordialidad y reflexión.

“No están vivos”, dice una joven que habita en esta comunidad natural, “no ríen, no aman, sólo trabajan y miran la televisión. Nosotros nos damos cuenta de la importancia del contacto humano, de la comunión sincera de ser auténticos y generar amor. Nuestra sociedad proporciona seguridad, no felicidad”.

En este punto, la película da un giro y compara lo que llama un mapa de valores del mundo. En el extremo opuesto a Suiza posiciona a Etiopía, en África, concretamente en Wollega, un pueblo al este del país, donde nos presenta al Doctor Erichssen Erienssen,  que ha sido cirujano 30 años en Suecia. El médico se unió a una mujer etíope y desde entonces trabaja en ese pueblo en un hospital de campaña. “Cada día debo lidiar con la escasez de recursos, de tecnología, de hábitos de higiene”, nos cuenta. “Sin embargo algo ha pasado en Suecia, la gente se siente sola, está aislada. Aquí la gente está acompañada. Si te pones enfermo la gente viene a verte. Si estás muriendo te acompañan hasta el final, incluso una vez muerto. Nunca estás solo”.

El documental termina con la intervención del sociólogo polaco de 90 años Zygmunt Bauman: “No es verdad que la felicidad signifique una vida libre de problemas. Una vida feliz significa lidiar con ellos, solucionar dificultades y retos. Esto es lo que se pierde cuando crecen las comodidades. Lo tienes todo, pero algo no tienes que no puede darte el Estado: es estar entre otras personas, formar parte de un grupo”. Continúa diciendo: “La gente que ha crecido en la individualidad, ha perdido la capacidad de negociar la cohabitación con otras personas porque ha perdido las capacidades de socialización”. Y acaba exponiendo una nueva idea: “La vida on line está libre de riesgo. El riesgo está en la vida off line. On line si las actitudes de otros no te gustan dejas de tener contacto, pero fuera de línea tienes que encontrarte con la diversidad humana, asumir el hecho de que la gente es diferente”.

Gandinni, con su documental, nos introduce en una reflexión más profunda sobre la soledad occidental del siglo XXI, acerca de cómo las políticas neoliberales, las nuevas tecnologías y la migración a las grandes ciudades han contribuido a que nos sintamos tan solos.

TRÁILER: https://www.youtube.com/watch?v=CKk0wNbHEeU

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