
La UNESCO declaró en el año 2005 el Día Mundial de la Filosofía. A partir de entonces todos los terceros jueves del mes de noviembre se celebra este día con diversos pronunciamientos y actividades. El objetivo principal es recordar la importancia del pensamiento filosófico y animar a las personas a cultivar la Filosofía y, aún mejor, a vivir amando el saber, el diálogo, la actitud crítica, la justicia y la paz.
Miremos hacia uno de los pensadores que más han influído en la cultura occidental. Todas las grandes preguntas que nos planteamos los seres humanos occidentales ya las pensó Platón en la Atenas del siglo V a.C. Junto a su maestro, Sócrates, concebía la Filosofía como una búsqueda permanente de verdad y justicia. Investigó durante toda su larga vida acuciado por la necesidad de encontrar un fundamento absoluto y trascendente en el que apoyar la verdad, el sentido y los valores morales. Y para ello concibió su Teoría de las ideas. Aunque hoy ya casi nadie cree en la existencia del Mundo de las Ideas tal y como lo formuló Platón, sentimos el deseo de que lo ideal y lo perfecto existan y sean alcanzables o ,dicho de otra manera, perdura en nosotros el deseo de tener ilusiones y de creer en ideales puesto que nos dan alegría y alimento espiritual.
Platón creó el primer sistema filosófico completo en el que la columna vertebral es la Teoría de las Ideas y todo el resto de su pensamiento está estrechamente interrelacionado formando un todo. No siempre se explicita que la finalidad de su pensamiento fue de carácter político y que en uno de sus diálogos más conocidos “La República” trató de responder a la pregunta ¿quién debe gobernar? Su respuesta ya la sabemos: el sabio o filósofo, es decir, el que ama el saber y lo busca y lo alcanza.
Lo más interesante para nosotras de su pensamiento político es la valoración igualitaria de la mujer que debía recibir la misma educación, tener los mismos derechos y realizar las mismas tareas que los hombres. La educación tiene tal importancia para Platón que en el caso de los filósofos-gobernantes se extiende a lo largo de toda la vida. Por último cabe destacar la centralidad de la idea de “polis” y de Bien Común siempre concebidas por encima del individuo y de los intereses particulares. Aristóteles, brillante discípulo de Platón, llegó a decir que fuera de la “polis” no hay vida humana posible.
Citemos algunas de las sombras. El Platón que pulula en nuestras cabezas es un Platón adulterado y cristianizado, por ejemplo, frente al Dios creador del cristianismo el dios platónico es el Demiurgo que no crea nada sino organiza el mundo porque de la nada no se puede crear nada. La condición humana dibujada por Platón en el mito de la caverna es convertida en imagen del hombre como ser pecador que ha de lavar sus pecados. Aún así, lo más negativo para nosotras es descubrir bastantes rasgos totalitarios en su construcción utópica.
En este mundo nuestro tan lleno de opiniones sin contrastar, falsedades y actitudes acríticas, contribuir a que los aspectos más positivos del pensamiento de Platón se vayan convirtiendo en verdades sociales es una bella utopía que hoy, en el Día Mundial de la Filosofía, sigue vigente.